Sin saber muy bien por qué lo digo, creo que este ha sido uno de los mejores Festivales que hemos tenido. Quizás lo diga por las olas de las primeras tandas (luego saltó el Oeste y más tarde fue rolando al Noroeste) porque aunque se mantuvo el tamaño durante todo el día, la calidad de las olas no fue buena, lo cual complicaba bastante el surfearlas con el tablón. Aún así, se vieron buenas maniobras por parte de los participantes.
Quizás lo diga porque como siempre el ambiente fue fenómeno, tanto mientras competíamos en el Festival como a la hora de disfrutar de la barbacoa. O quizás lo diga por la recogida tan espectacular que tuvimos que efectuar en la mitad de la barbacoa cuando entro el chubasco de verdad. Pero incluso eso me gustó (no porque lamentablemente nos quedáramos sin música y sin terminar la cena) si no, porque la recogida fue fulminante pero muy organizada. Como siempre, esto se debió a la cooperación de todos en esos momentos críticos pero sobre todo porque el Club ya tiene una experiencia interesante en este tipo de eventos.
Algunos me tacharéis de positivista o positivo y no me extraña. La interrupción de la barbacoa fue una verdadera faena. Esta año Cherra (experto chief en estos acontecimientos) cedió muy educadamente la Dirección de la cocina a Charly Jaúregui Beraza, que mantuvo un nivel muy alto en el control de las existencias asadas, las no asadas y nunca mejor dicho todo lo que se cocía allí. Lástima, porque sinceramente habíamos hecho un esfuerzo para que los presentes se hartaran de viandas pero finalmente, todos nos quedamos un poco a medias (lo que sobró irá para el Tableru). Indiscutiblemente hacen un dúo bárbaro en la cocina. Muchas gracias a ambos.
Tenemos que agradecer también a Luis que como siempre puso la sede a disposición del Club (y en días así, realmente nos salva el Festival), a su hermano Carlos, al cual siempre le pedimos “sopitas” con cualquier pequeño o gran detalle, a Escu que le pedimos el cartel siempre a última hora y nunca pone pega alguna (fantástico siempre dígase de paso), al gran Pablillo Basterra al cual le reclamamos la “quilla” también y siempre en el último momento y a los que hacéis posible este Festival que sois todos.
Este año, el Ayuntamiento nos permitió hacer realidad uno de nuestros deseos que es bajar los coches clásicos (símbolo de la filosofía del Club) a la playa para que además, la gente pueda disfrutar de esa espectacular vista en un lugar privilegiado como es Sopelana.
Este año el primer premio fue para Alfredo Solana (2º año que se lo lleva), quien guardará el Trofeo durante un año para entregárselo al siguiente ganador. En segundo lugar Forof Vilas con muy buen surfeo por cierto (es que me tocó en la primera tanda con él y le vi de cerca).
En consolación, primer premio para Pedro Vilallonga, que como siempre consiguió hacer el “pino” en un par de ocasiones con el riesgo en esta ocasión de romperse el cuello debido a lo “chopi” que estaba el mar.
No quiero dejar de comentar que durante el reparto, llegó Berni (siempre muy oportuno) con un mensaje directo de Julito (ante la imposibilidad de este de acudir en persona); “quería entregar sus mejores recuerdos y enseres de Surf al Club y a aquellos que han compartido la ilusión de este deporte con él en estos últimos años”. Y así nos entregó su tabla (de acuerdo a una sugerencia de Luis, la colgaremos en la sede con una foto de Julito), su traje (se entregó a Pablo Basterra) y sus camisetas que las repartimos entre todos.
Bien, esto fue todo en este Festival, ahora ya tenemos que estar pensando en lo que nos resta de año que todavía es mucho.
El Presi.
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