La verdad es que como cada vez que alguien se nos va, parece imposible que lo haya hecho o simplemente, no se vaya nunca porque los que le han querido lo recordarán por siempre (hay que fijarse en el reflejo o lo que sea de la foto).
El pasado día 28 de diembre le despedimos en esa localidad tan bonita como es Arminza y donde Barni y su familia han tenido tantos vínculos.
El día fue precioso, como lo fue la ceremonia. Su hijo Berni, dedicó unas palabras a su padre, dispersó sus cenizas en el mar y gritamos su nombre para que nos escuchara.
Un último homenaje a alguien que ha vivido siempre de cara al mar, al surf y nos acompañó siemrpe en esta aventura que supone El Pasillo.
Un abrazo Berni.
El Presi
Grandes palabras Jaime para un gran amigo de todos y el surf.