Baño Navidad

Algo bien típico en el Club, sobre todo si nos acompaña un poco el tiempo, es quedar para darnos un baño el día de Nochebuena (al igual que otras fechas señaladas, tipo final de año y  carnavales).

Así que el pasado sábado,  nos  concentramos en el parking como es  costumbre y como de costumbre,  la gente fue apareciendo por «goteo» a partir de la hora fijada.

Vamos, que la puntualidad por supuesto y como suele ser habitual,  lució por su ausencia.  Algo en realidad , que dentro del mundo del surf, pienso es bastante habitual, debido a ese tiempo que nos tomamos de ver , analizar , comentar y decidir sobre el estado del mar, los picos, las olas, etc., antes de entrar al agua …..  si se entra.

De todas maneras, ya veíamos por ciertos comentarios en los  washaps que el baño sería divertido y seguro estaríamos unos cuantos en el agua, pasándolo bien y molestando a alguno de fuera del grupo , quizás, un poco más de lo debido.

Cuando comenzamos a juntar las botellas de «champú»  (cava principalmente, ya que no nos da para champagne) dentro del tipico balde de surf lleno de hielo, nos encontramos con que Borja tenía escondida en su maletero ¡una pata de jamón!. Pero jamón del bueno.  De ese que tiene grasilla que sabe a jamón, que cuando lo cortas , brilla porque la va soltando y su sabor es de auténticas bellotas (vamos, digo yo).  La verdad, es que estaba expectacular.

Forof, se encargó de traer los gorros de Papá Noel que siempre dan un tono rojo muy alegre en el agua, aunque cuando se mojan y vas remando para coger la ola, se te cae hasta los ojos, no ves nada y pides a  Dios  que no haya nadie delante porque si no……

Pero si ocnsigues cogerla y ponerte de pie y ver que a tu derecha tienes otro gorro rojo y lo mismo a tu izquierda, entonces te ríes y sabes que no hay mejor baño que ese.

Bueno, las olas fueron las que fueron, pequeñas, bien formadas gracias al ligero viento sur que soplaba y con la marea media que formaba algunos «pozos», pero el sol lucía en todo su esplendor y la temperatura exterior era fantástica.  De hecho, algunos pasamos calor gracias al famoso gorro de Papá Noel que lucíamos sobre nuestros «cocorotos».  Para aquellos que quieran tener la cabeza caliente, les recomendamos un «casco» de neopreno y si no les gusta, el de Papá Noel.

Compartimos olas con escuelas y con bastantes más en el agua, que aprovechaban a pasar un rato entretenido en un día casi veraniego. Digo casi, no hay que pasarse.

Al salir del agua, volvimos a juntarnos en el Parking  y abrimos la primera botella (después siguieron unas cuantas) y brindamos por la Navidad y por las olas.  Ese bien tan preciado  y a veces escaso, igual que ocurre  con muchos recursos naturales.  Por suerte , en este caso, parece que escaso pero no limitado, al menos por ahora.

Algunos de los que iban al agua o salían  de ella,  también se acercaban  a saludar, así que por momentos aquello se parecía a una «quedada» juvenil.

Como siempre, demasiados compromisos en esta vida , hacen que tengamos que elegir entre estar acá o allá y a veces , aún queriendo estar allá, hay que estar acá. No todo es hacer lo que a uno le da la gana (aunque en cierta medida, hay que intentarlo ¿no?).

Borja seguía cortando jamón como un profesional.  Aparecían sobre la jamonera, esos trocitos pequeños y finos que con un trozo de pan , son un verdadero manjar.

Por supuesto y como nos temíamos, comenzó a aparecer el cadaver. Perdón , he querido decir, el hueso y ya era hora avanzada del mediodía. Quedaban otros compromisos que cumplir.

Nos fuimos despidiendo con buenos deseos (debido al champú, mejores de lo esperado ciertamente), con pena,  pero felices de habernos pegado aquel pedazo baño de Navidad.  Nuestro LONGCAVA tradicional.

Esperemos poder repetir lo mismo el año que viene,  después de disfrutar de muchos otros durante el año.

Podreis ver diferentes fotografías en la Galería correspondiente.

El Presi

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